miércoles, 8 de julio de 2009

Croquetas (de mi madre)

Hulas!
Hoy va una entrada de croquetas... Las he hecho tan sólo dos o tres veces, ya que me ocurre como con muchas otras comidas de tipo caldo, cocido, pollo asado, fabada... Son comidas comunes, y muy ricas, que tomabas siempre en casa de pequeñajo. Vamos, que es la cocina típica de madre, y curiosamente no es algo que repitas. Por un lado, por cantidad y otra porque entre prisas, dietas y demás, quieres algo rápido y ligero. Y las croquetas, son muy ricas, pero llevan tiempo...
De todas formas, el otro día hice una carne asada perdida en el congelador, y sobró algún trozo que otro. Así que nada, puestos a aprovechar comida, lo que se hace son las croquetas:
CROQUETAS (de mi madre).
Ingredientes
1/2 cebolla, mediana - grande, picada fina
2 o 3 cucharadas grandes de harina
500 ml leche
2 o 3 cucharadas grandes de aceite
Nuez moscada, sal.
Ingrediente: carne hecha (picada), o bonito, o jamón, etc.
Preparación
En una sartén, se pocha la cebolla en el aceite. Cuando esté transparente, retirar la cebolla, y dejar enfriar un poco el aceite, poniendo la sartén a fuego bajo.
Echar en este aceite la harina, removiendo para integrar bien la harina y el aceite. Templar en el microondas la leche (uno o dos minutos), y cuando la harina empiece a tostarse en la sartén, ir añadiendo la leche poco a poco, revolviendo para integrar bien y sin que queden grumos.
A mí antes o después siempre me quedan grumos. Así que aunque no es muy ortodoxo, cojo la mezcla y la paso por batidora antes de seguir al fuego.
Cuando se haya echado toda la leche, ajustar de sal y nuez moscada al gusto. Dejar cocinar - que burbujee de forma suave - unos diez minutos, para que vaya espesando y remover de vez en cuando. Como la harina ya se tostó, los 10 minutos deberían ser suficientes para que esté cocinada.
Por último, añadir el sabor, cantidad al gusto. Remover e integrar bien, y dejar enfriar. Mínimo unas dos horas antes de darles forma; de esta vez y por las prisas dejé la masa de un día para otro (cosa difícil porque Javier se va comiendo la masa en cuanto la ve).
Para freír las croquetas, se les da forma primero: yo lo hice con una manga pastelera de boquilla gruesa, pero con dos cucharas también funciona, y eso que las mías quedan de cualquier forma excepto regulares... Empanar, lo típico: harina, huevo batido y pan rallado. Y a freír!
Con estas cantidades salen las de la foto (más menos 1 entre masa, la forma irregular, una pequeña de prueba...): 19! (je,je).



Ala a ser buenos!

4 comentarios:

Kako dijo...

Hola Lucía.
Gracias por tu visita a mi blog. Vengo a dar una miradita y puedo decirte que las croquetas estan recién presentes en mi vida ;-), no solemos hacerlas en mi país y es que el frito no se usa demasiado.
Son muy ricas, pero no siempre quedan bien y para eso hay que contar con una buena receta como de seguro es la tuya, de tu madre...que mejor!

Cuentame, por que tu blog se llama así?, que curioso el nombre.

Besos y nos vemos!

María dijo...

¡Qué pintaza las croquetas! ¡Están para comérselas!

Lucía dijo...

Hola, Kako! Lo de las croquetas fue uno de los mejores inventos para aprovechar sobras de carne... Me alegro que las descubrieses!
El nombre de mi blog responde a mi época de tesis, que con un tubo de rayos X me dediqué a radiografiar distintas cosas, sobre todo los peluches de casa...

Gracias, María! Eso sí, siento decirte que no han quedado... Malamente llegaron al día siguiente!

Sean MacGregor dijo...

NADA DE "MALAMENTE", no llegaron al día siguiente por BUENAMENTE ricas. Estareis conmigo en que las croquetas estás ricas... pero tomadas recien salidas de la freidora o medio a escondidas (así como sisadas)les da ese regusto de bueno a mejor.