lunes, 3 de febrero de 2014

Primera del año! Calabacín con bacon

Feliz año!!!

Buff, ha costado empezar! Un mes, para ser exactos (ya estamos a 3 de febrero). Nada de nuevos propósitos para el 2014, todos viejos: sobrevivir, mejorar la espalda, seguir aprendiendo cosas, y sí, cocinar mucho y rápido (por qué no, como siempre!). Que últimamente la cocina es así, a carreras (si haces 3 platos y medio en lugar de uno solo mucho mejor), aprovechando todo lo que esté en la cocina y con vicios: galletas ante todo!

Y a poder ser, que Martín lo coma bien... Así que va la de hoy: zanahorias y calabacín (lo que se llama fondo de nevera):

CALABACÍN CON BACON, ZANAHORIAS Y CUS-CUS

Ingredientes (2'5 personas)

1 calabacín
2.5 zanahorias, 0.5 rallada
5-6 lonchas de bacon
1/2 cebolla
1/2 vaso de cus-cus
Un puñado de arándanos
Curry, pimienta, sal y aceite

Preparación
 
Picar la cebolla y ponerla a pochar en una olla baja / sartén con unas 3 cucharadas de aceite. Cortar en láminas la zanahoria (reservar una mitad y rallarla) y el calabacín. Ir añadiendo la zanahoria al aceite con la cebolla.
Cortar en 2 las lonchas de bacon,  y montar el calabacín, 2 tiras con el bacon en el medio. Fijarlos para que no se deshagan con palillos. Cuando la cebolla esté blanda, poner en la olla los calabacines. Tapar y dejar hacer a fuego lento unos 20 min - 30 min hasta que estén hechos (según el espesor de las láminas). Dar la vuelta si se tuestan mucho, pero como sueltan mucha agua no debe ser necesario.

 Acompañamiento! Cus-cus. Preparar según instrucciones; típicamente, se hierve 1.2 partes de agua por 1 de cus-cus. Yo añado curry al agua mientras hierve (a veces más cosas, como comino molido, cúrcuma...). Al añadir el cus-cus, añadir los arándanos troceados y un poco de zanahoria rallada. Dejar reposar 5 min y después rociar con un poco de aceite y remover con un tenedor. El toque de los arándanos y la zanahoria, un poco dulce, con el cus-cus acompaña estupendamente al calabacín.

Este acompañamiento lo utilizo mucho con otros platos, suave y con sabor. Y lo dicho, Martín los come como nada...