Aniversario: tarta de chocolate a la cerveza

Hulas a todos!

Aquí estoy, intentando cumplir estimaciones de julio... Calor, verdad? Se agradece: siempre me ha gustado que el invierno sea invierno y en verano haga calor... es lo que tienen las estaciones!

Ayer fue nuestro segundo aniversario de boda. Y cómo no, hay que celebrarlo! No es porque llevemos poco tiempo casados (que también, je,je); ya tengo contado que me encanta celebrar aniversarios y efemérides o santorales varios (hace poco he incorporado el San Benito, y no sólo por el mundial ;D). Así que el otro día, buceando por los blogs vi esta tarta estupenda en el blog de Milena: espectacular y linda, como la historia que cuenta. Así que qué mejor ocasión que nuestro segundo aniversario para una tarta de chocolate con tanta presencia...

La mía no quedó tan bonita como la de Milena, porque apenas sí he hecho alguna tarta con cobertura de este estilo. Pero hay que ir practicando! La receta es prácticamente la misma, pero variando detalles... ahí va!

TARTA DE CHOCOLATE A LA CERVEZA

Ingredientes

Bizcocho

240 ml cerveza negra de malta. La que utilicé, y muy bien, fue la Voll-damm doble malta; es tostada, pero de sabor estupendo!

225 g mantequilla

80 g cacao amargo en polvo

300 g harina

375 g azúcar

1 sobre de levadura

1 cucharada pequeña de bicarbontao

1 cucharada pequeña de sal

3 huevos

1 yogur (utilicé uno normal, se recomienda uno griego).

Relleno

100 g azúcar

200 ml agua

1 vaso de Cointreau (cambié el ron a mi gusto)

250 g mermelada de frambuesa

Cobertura

150 g chocolate negro + 50 g mantequilla + 100 ml nata

75 g chocolate blanco + 25 ml nata

Preparación

Calentar la cerveza con la mantequilla en una olla a fuego medio. Cuando hierva, se retira y se añade el cacao disolviendo bien. Se deja enfriar.

Mezclar en un bol todos los ingredientes secos (harina, azúcar, levadura, bicarbonato y sal).

En otro bol, batir los huevos con el yogur hasta tener una mezcla espumosa. Se baten mejor con la batidora - no manualmente - y según coge consistencia espumosa sube el volumen casi al doble. Añadir entonces con cuidado la mezcla de chocolate y cerveza, sin batir mucho, mejor con una espátula. Finalmente, añadir los ingredientes secos, removiendo con la espátula hasta que estén todos bien integrados.

Precalentar el horno a 180ºC. Preparar un molde (engrasando o enharinando es suficiente si es de silicona). El mío es de 26 cm de ancho, y sirve estupendamente. Sin embargo, lo habría hecho en otro un poco más pequeño para que después al preparar las capas sean más anchas.

Echar la mezcla en el molde y hornear; unos 35 - 40 minutos debería ser suficiente, y si no, ir comprobando con un pincho hasta que salga limpio.

Sacar del horno la tarta, y enfriar sobre una rejilla. Desmoldar y, cuando esté frío, dividir en 3 capas. Éste es un paso delicado - sobre todo si no se tiene mucha maña como yo - pero con un cuchillo jamonero se puede hacer de todo...

Pasamos al MONTAJE!

Se prepara un almíbar ligero: mezclar en un cazo el agua y el azúcar, y dejar que hierva borboteando unos 5 minutos. Retirar y añadir el vaso de licor - Cointreau en mi caso. Yo no dejé enfriar para que consumiese un poco de alcohol.

Invertir el orden del bizcocho para dejar la parte inferior, más recta como tapa. Emborrachar bien la primera capa y cubrir con una buena capa de mermelada de frambuesas. Tapar con la siguiente tapa y repetir: emborrachar y mermelada. Colocar la última tapa y emborracharla bien. Dejar que repose sobre 1 h en la nevera.

Después de que enfríe hay que preparar la cobertura:

- Chocolate negro: fundir al baño María la nata, mantequilla y el chocolate, mezclando y derritiendo bien. Dejar que entibie un poco.

- Chocolate blanco: fundir también al baño María (o directamente al fuego controlando bien) la nata y el chocolate blanco, mezclando bien.

Ahora llega el punto delicado (al menos para mí): colocar la tarta en una rejilla o base de trabajo. Vaciar de golpe en el centro la cobertura negra, dejando que resbale. Yo tuve que ayudar a extender con una espátula. Una vez bien extendido, esperar unos minutos y decorar con el chocolate blanco. En este punto ya depende de la maña de cada uno; yo no me atreví con mucha floritura e hice algo sencillo, pero para la próxima me atreveré con algo más complicado!

Dejar reposar la tarta en la nevera. Ésta es del tipo que mejoran de un día para otro - de lo cual doy fe - si uno puede resistirse! Tiene un sabor intenso, muy a chocolate, fuerte y con la frambuesa... toda una delicia al paladar!

Por otro lado, y aunque lleva tiempo prepararla, es un deleite en la cocina. Me explico: la mezcla de olores es deliciosa, tanto la cerveza con el chocolate caliente como el almíbar con el Cointreau. Creo que queda de sabor fino, aunque sea contundente.

Y por muchos años más!!! Un beso a todos!