Esta semana acaba el plazo para "La despensa de los blogs", de Kako e Idania:

Para participar aquí va mi despensa y conservas caseras! Y el resto de la alacena, porque no hay mucho más sitio :D

De conservas, hay poca cosa: mermelada de pera, mermelada de pexego y castañas en almíbar. Y los pexegos en almíbar ya nos los comimos... También tengo miel y otras mermeladas -de mi suegra- que aunque caseras, no las hice yo. La verdad es que este año es el primero que hago yo en casa conservas; nunca había hecho y es más que interesante! Y aunque no se parecen a las grandes despensas que están participando (la gente hace unas cosas espectaculares, de verdad), este evento es un buen paso para empezar! Aún me queda mucho por practicar, pero es emocionante!
Así que la receta en relación son las castañas en almíbar. Tengo otra con mermelada de pera, pero irá en otra entrada. He visto otras dos recetas, de Anta y Ajonjolí, y cada una de ellas es distinta y distinta a la mía. De ahí el encanto, ir aprendiendo de otros sitios!
Aquí pongo unas fotos del fiuncho (caía la tarde cuando lo recogimos, por eso están oscuras). En Galicia generalmente las castañas se cuecen con un poco de sal y fiuncho. Son deliciosas, y más con un buen vaso de leche (me encanta la combinación). Una compañera mía de trabajo me comentó que en su casa de pequeña también le echaban nébeda (néboda o gatera) al agua al cocerlas. Costumbres!
En casa, las castañas nos gustan de cualquier forma: cocidas, crudas, asadas... Asadas están estupendas en general, o las que compras en cucurucho de periódico por la calle. Cuando era pequeña en casa de mis padres había una cocina de hierro, aparte de la de butano normal, que siempre se encendía en invierno. Además de un invento estupendo para calentar los pies (me sentaba y los arrimaba abriendo la puerta del horno), solíamos rebanar una esquina de las castañas y las poníamos encima de la cocina, para que se fuesen haciendo. Era como un buffet de castañas! Se hacían en nada, y estaban ricas...
Las castañas de esta receta, por otra parte, son de la casa de la aldea de mis suegros (ya veis, en tema de castañas todo queda en familia). Son tirando a pequeñas, oscuras oscuras, y con mucho sabor. Así que a aprovecharlas!
CASTAÑAS EN ALMÍBAR
Ingredientes
Castañas (cantidad al gusto)
Ramas y flores de fiuncho (hinojo en castellano, aunque siempre le hemos llamado así)
Agua y azúcar para el almíbar, en proporción 2 a 1 y cantidad adecuada a la de castañas (vamos, que según las castañas que tengamos en casa haremos lo que podamos :D).
Preparación
Primero, se pelan las castañas, quitando la piel dura de fuera. Se ponen a cocer en abundante agua con las ramas de fiuncho. En este paso, he quitado la sal, puesto que las iba a preparar en dulce! El tiempo de cocción, unos 25 minutos. De todas formas, ir comprobando si están suficientemente cocidas.
Una vez cocidas, se escurren y se dejan enfriar. Y aquí viene lo más tedioso: pelarlas con cuidado! De todas formas, no es difícil, ya que esta piel interior se quita perfectamente una vez cocidas. Colocarlas en un recipiente que se pueda tapar.
Aquí se prepara el almíbar. Yo preparé 800 ml de agua, que puse a hervir con 400 g de azúcar; una vez hierva, echar sobre las castañas y dejar reposar un par de horas.
Finalmente, se colocan las castañas en los botes, y se rellena con el almíbar. Para hacer vacío, se ponen en una olla con agua a hervir unos 10 minutos.
Y el resultado:
La etiqueta, cómo no, de Sean. Estupenda!
Ahora hay que probarlas (aún no he abierto los botes, je,je). En algunos restaurantes en Santiago te las sirven con chocolate caliente y nata, toda una delicia. También he de aprovecharlas para echar en la crema en el tiramisú (ya había probado con castañas cocidas, pero en almíbar tienen que tener un toque).
Hasta aquí mi participación y mi receta. Un beso a todos!