domingo, 17 de febrero de 2013

Magdalenas de nata

Buenas!

Hoy otra receta dentro de lo que llamo "el año gastronómico-tradicional de Lucía". Que viene siendo que por poco tiempo, que Martín coma lo mismo que nosotros y pruebas varias, hago un montón de platos al estilo lentejas, sopas y cremas, carne asada, bizcocho de yogur, campurrianas... ya volveré al curry, ya...

Así que entre estas variaciones caseras me faltaban unas magdalenas buenas para Martín! (Tengo unas rellenas de mermelada geniales, pero tanta mezcla para el pequecho todavía no). Y tenía de una búsqueda en blogs pendiente una receta (orígenes: http://marialunarillos.com/ y a su vez http://www.lacocinadeauro.com/). Efectivamente, y como describen ellas, quedan unas magdalenas estupendas!!! Esponjosas y ligeras, pero con mucho sabor... Eso sí, he seguido los tiempos exactos por si acaso... y al recetario!

 
MAGDALENAS DE NATA

Ingredientes (a mí me salieron unas 24 de tamaño medio)

350 g harina
250 g azúcar, y más azúcar para espolvorear
250 g aceite de girasol
100 g nata líquida
1 sobre de levadura
250 g huevos (4 medianos)
Ralladura de 1 limón

Preparación

Batir con las varillas eléctricas los huevos con el azúcar hasta que blanqueen (unos 7 min). Añadir la ralladura de limón y batir unos 6 minutos más (a bastante velocidad).
Añadir la nata y el aceite de girasol, bajar la velocidad de la batidora y batir otros 3 minutos.
Echar la harina con la levadura (la tamicé antes) y batir lo justo para que quede todo bien integrado.

Dejar reposar la masa unos 10 min.


Para que la masa repose otros 10 min en total, ir calentando el horno, a 230ºC. Mientras, verter la masa (que ha endurecido algo) en moldes, cubriendo las 3/4 partes. Utilicé 2 de papel por magdalena, para que no se esparciesen tanto;  si se tienen esas bandejas metálicas para magdalenas, mejor que mejor!

Cubrir las magdalenas con azúcar, sin miedo, para que forme la costra al cocerse. Bajar el horno a 210ºC e introducir las magdalenas.
Dejar hacer hasta que se doren y estén bien hechas por dentro. Yo las dejé unos 15 minutos, hasta 20 también iría bien (según horno).

Y a comerlas! Martín con leche, yo con café... o solas! Y pensar que nunca me hicieron mucha gracia, cómo cambia el perfil gastronómico...

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